Este jueves, 27 migrantes que se encontraban en el campamento de Matamoros y que forman parte del programa “Quédate en México” o Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) ingresaron a territorio estadounidense.
Este movimiento forma parte del acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y México para dar fin a dicho programa, uno de los emblemas de la administración de Donald Trump para tratar de frenar los flujos migratorios, forzando a quienes solicitaban asilo en el país fronterizo a quedarse en México mientras concluían sus procesos.
Ambos países, con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (Unicef), así como del Comité Internacional de la Cruz Roja trabajan para registrar los 25 mil casos pendientes del MPP.
Del total de esos casos, muchos ya se han dispersado por todo México, mientras que otros se mantuvieron en la frontera y otros regresaron a su lugar de origen.
Según las agencias de las Naciones Unidas, estiman que en el campamento de Matamoros hay alrededor de 750 personas.
De entre los requisitos establecidos por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, incluyen pruebas negativas a COVID-19, esto para poder esperar en territorio estadounidense mientras se resuelven sus procesos de asilo.