En Nuevo Laredo, el municipio con mayor presupuesto en Tamaulipas y considerado “La Primera Aduana de Latinoamérica”, no hay dinero para atender catástrofes. Así lo dejó entrever el presidente interino Arturo Sanmiguel.
“Vamos a ver en Tesorería si hay recursos o cancelamos alguna obra para apoyar a las personas que sufrieron daños en sus domicilios”, declaró al ser cuestionado sobre qué tipo de apoyo destinará el gobierno municipal a los damnificados por la tromba que azotó la ciudad el lunes 17 de mayo por la noche.
Lo dicho por Sanmiguel se contrapone al recurso aprobado en el Presupuesto de Egresos para el Ejercicio Fiscal de 2021, en el que se destinaron más de 637 millones 514 mil pesos para la secretaría de Servicios Públicos Primarios, área encargada del desazolve de los canales pluviales, la reparación de los semáforos, las luminarias, barrido mecánico y manual, además de la reeducación de las áreas recreativas y de la renta de equipo para el mantenimiento, limpieza y ordenamiento de la ciudad.
Además, el municipio cuenta con 10 millones de pesos exclusivamente para atender desastres naturales.
La tormenta, con vientos superiores a los 150 kilómetros por hora, dejó un saldo de 3 muertos, 157 mil 228 usuarios sin energía eléctrica, 11 líneas de transmisión dañadas, 21 estructuras colapsadas, 242 postes derribados junto con una antena de comunicación, además de dejar sin agua a todo el municipio. De ese recuento de daños, las autoridades municipales aún no dan a conocer cuántas personas se vieron afectadas en sus viviendas y el padecimiento de otras necesidades básicas, además de quedarse sin agua potable y energía eléctrica.